domingo, 14 de agosto de 2011

Critica Teatral: El Flautista...

Una propuesta impecable
Obra con dramaturgia y dirección de Fabrizio Origlio.
El cuento es muy conocido: una plaga de ratones invade un pueblo y un flautista con la sola magia de su música los hace partir, salvando a los pobladores de semejante pesadilla.
Sin embargo, esta propuesta tiene elementos que llevan el hilo argumental muchísimo más lejos y que suman ingredientes verdaderamente interesantes.
Digamos, en primer lugar, que se presentan en Petit Tabarís, una sala pequeña y bastante particular, podríamos decir incómoda para una propuesta como ésta. Lo primero que hicieron es reconvertir el ámbito y cuando el espectador se ubica en su lugar está “adentro” del poblado, así lo indican las decoraciones que rodean la platea y el uso que posteriormente harán algunos de los actores. Primera decisión inteligente: poner el espacio de su lado, antes de que éste se vuelva en contra.
Estamos en una aldea, así nos lo indica el vestuario y la actividad de las muchachas en el inicio de la puesta. Y nos reciben del mejor modo posible: cantando. No lo dije hasta ahora pero esta versión de El flautista es un musical, un bello musical; el adjetivo incluye las canciones y las voces que las llevan adelante, un verdadero placer, coreografías incluidas, aunque sin duda se lucirían más con mayor espacio.


Entre los agregados, que eluden el argumento inicial, está el reclamo de la población ante el gobernador (un Pablo Razuk impecable y divertidísimo) de un modo claramente ideológico pero en absoluto partidario. ¿Alguien contó cuántas propuestas de teatro para niños les propone algo más que un edulcorado universo con malvados inexistentes, pongamos por ejemplo, hologramas? Y el gobernador no es malvado sólo es vago y negligente (cualquier semejanza con la realidad, sólo se distingue por vestuario).

Pero aparecen otras cuestiones, como la historia de amor entre Linda y el flautista (Florencia Otero y German Tripel demuestran que son excelentes en todo lo que hacen) con un toque temático bastante particular: la joven defiende al muchacho que “fracasa” en su empresa, lo acompaña, lo defiende ante los ataques de los demás, en síntesis, cree en él. Y él, al final, revelará por qué no se decidió a vencer desde un principio a los ratones: para que ella lo conociera mejor, para que no se quedara con una impresión superficial de “héroe” vaciado de otros valores.

¿Por qué menciono todo esto? Porque desde el punto de vista de las ideas, la propuesta es impecable, porque sin hacer panfleto, transmite valores positivos, en el mejor sentido del término. Pero además formalmente hablando se sostiene maravillosamente bien.

Como se da en un teatro de la calle Corrientes, a veces, se tiende a pensar que hay como una especie de homogeinización, todas estas acotaciones apuntan a demostrar que no es así. Una aguja en un pajar, pero está ahí, presente. Ah, y con un humor impecable…

Mónica Berman.

Link: http://www.criticateatral.com.ar/index.php?ver=ver_critica.php&ids=1&idn=2998

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